VILLA CARRILLO (2º parte)

lo que recuerdo de aquellos primeros días en villa carrillo es que aquello era como un campamento de verano, un poquito de deporte, algo de instrucción y reconocer entre todos los "pelones" a alguien conocido. En esos primeros días había dos categorías, los que habían hecho la mili y los empanados como yo que "na de ná". los primeros, ya sabían saludar ( o eso creían), algo de la vidilla castrense y algo básico para los pies de mas de uno, sabían capar botas... ahí teníamos a nuestro Martín pujalte capando botas a diestro y siniestro. En un primer momento, estos, hicieron de lazarillos de unos pocos despistados, y en esto que llego el domingo.................y como unos niños de primera comunión, bien vestidos, peinados y lavados nos dieron pase de domingo, pero ya me dirás tu que leches se podía hacer en los Alcázares un domingo de febrero, mientras que los aspirantes a pistolos profesionales podían salir de civil, nosotros, "la elite, la elite"(como siempre le gusto decir a Albendin) salíamos de uniforme de paseo, con esos guantes azules, que dios¡¡ que incómodos eran . Los Alcázares es un pueblo de mucha vida en verano, pero nula en invierno, así es que los aguerridos aprendices de "cazadores del aire" emprendimos la conquista del territorio desconocido, paseo marítimo arriba, paseo marítimo abajo,paseo marítimo arriba, paseo marítimo abajo, coño un bar abierto, jefe, nos hace una paellita? si claro, y así, en una terracita del paseo marítimo de los alcaceres, con unas jarras de cerveza, degustamos nuestra primera comida civil en la milicia. lo gracioso fue el estacazo que nos atizaron a la hora de pagar. para bajar la comida, nada mejor que el DENVER, unico garito que yo conoci en mis diferentes visitas a los Alcazares, alli, exhaltacion de la amistad y canticos populares, nos ibamos a comer el mundo en un telediario.... como iban a cambiar las cosas para muchos en las siguientes 10 semanas..........